Alvaro Anchuelo

Catedrático de Economía Aplicada de la Universidad de Alcalá

“El segundo semestre de 2022 será de estancamiento”

"El Brexit ha proporcionado un claro ejemplo de todo lo que pierde un país al abandonar la Unión Europea". 

Por Javier Labiano

¿Existe peligro de recesión técnica en España en los próximos trimestres?

Más allá del nominalismo -si recesión técnica es solo cuando la economía se contrae durante determinado número de trimestres- lo que está claro es que el segundo semestre de 2022 será de estancamiento. Que haya incluso una leve contracción o solo un mínimo crecimiento, no cambia mucho las cosas. Como en el primer semestre el crecimiento ya se ha dado, el dato para el conjunto del año enmascarará este hecho.  No es un fenómeno específicamente español, sino europeo. La invasión rusa de Ucrania ha provocado una fuerte perturbación de oferta, especialmente en la energía. Las subidas de tipos de interés del Banco Central Europeo para combatir la inflación contribuirán a enfriar aún más la economía. 

 

¿Considera entonces acertada la estrategia del Banco Central Europeo para combatir la inflación en la zona euro?

Con una inflación del 10%, el Banco Central Europeo no puede permanecer inactivo, cuando su mandato consiste en mantenerla en torno al 2%. La inflación de oferta, como la que sufrimos, representa un problema mucho más complicado para cualquier banco central que la de demanda. El Banco Central no puede ir a la raíz del problema, porque no controla el mercado del petróleo, ni el del gas. Lo único que puede hacer es enfriar la demanda, usando los instrumentos de que dispone, fundamentalmente la subida de los tipos de interés. Al hacerlo, logrará acelerar la caída de la inflación, pero a costa de agravar la recesión. Las críticas al Banco Central Europeo, más que por estas inevitables actuaciones, pueden más bien centrarse en lo tardío de su respuesta. Ha ido muy por detrás de la Reserva Federal en las subidas de tipos. Esto ha provocado la depreciación del euro respeto del dólar, moneda en la que están denominados los precios de las importaciones energéticas, lo que las ha encarecido más en euros, reforzando la inflación. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

No soy especialista en la materia, pero resulta evidente que vivimos tiempos de elevada incertidumbre. No solo por la guerra de Ucrania, antes de ella estuvo la pandemia, en el futuro inmediato se verán las consecuencias del cambio climático… En un contexto semejante, los instrumentos que permiten gestionar riesgos son particularmente necesarios. 

 

Con la visión que concede el paso del tiempo, ¿qué supuso para España la integración económica y monetaria europea?

Sin duda ninguna, ha sido una de las mejores cosas que le han sucedido a España en toda nuestra historia. La economía española forma parte de un único mercado de 450 millones de consumidores. Dentro de él, no solo los bienes, también los servicios, las personas y los capitales, pueden moverse con total libertad. Esto aumenta la eficiencia, competitividad y potencial de crecimiento de nuestras empresas, así como las posibilidades de elección a menores precios para los consumidores. La política comercial común permite negociar tratados comerciales con el peso de un bloque económico equivalente al de los Estados Unidos. El euro facilita aún más los intercambios y nos ha proporcionado estabilidad de precios durante dos décadas. Más allá de lo económico, la Unión Europea es un instrumento de paz y cooperación con nuestros vecinos. La reciente pandemia ha sido un ejemplo de solidaridad entre europeos, con la adquisición conjunta de vacunas, las compras de deuda pública por el Banco Central Europeo y la puesta en marcha del NGEU. El Brexit ha proporcionado un claro ejemplo de todo lo que pierde un país al abandonar la Unión Europea. 

 

Afirmaba en 2021 que el destino de la Unión Europea dependía de España…

No solo de España, pero también de España. Nuestro país va a recibir 140.000 millones de euros del programa NextGenerationEU. Su buen uso resulta fundamental. Han de seleccionarse proyectos de calidad, que promuevan realmente la transición verde y digital. Los proyectos seleccionados han de tener, además de calidad técnica, los mínimos costes que estén justificados. La corrupción ha de evitarse por todos los medios. La gestión de los proyectos, su puesta en práctica, ha de ser ágil y ajustarse a los plazos previstos. Todo lo anterior es esencial para la economía española, nos interesa a nosotros mismos. Además, tiene una dimensión europea. El NextGenerationEU es un programa extraordinario, puesto en marcha solo como consecuencia de la pandemia. Sin embargo, podría y debería ser un ejemplo para actuaciones comunes más permanentes. Ha permitido cruzar las líneas rojas que impedían avanzar hacia una política presupuestaria común que complemente la monetaria: emisión de deuda común, transferencia de recursos entre países y creación de nuevos impuestos comunes europeos. Para que todo esto siga siendo posible en el futuro, una condición necesaria es el éxito de la presente actuación extraordinaria. En una parte considerable, dependerá de lo que suceda en España. Éste era el sentido de mi afirmación. 

 

En base a su pasada experiencia como diputado, ¿cree que se adoptan las mejores decisiones económicas a largo plazo o se enzarzan en medidas coyunturales?

Indudablemente, en la toma de decisiones políticas las elecciones inmediatas tienen un peso excesivo. No obstante, la imagen negativa que se tiene en la sociedad española de los políticos es exagerada. Existen elementos que permiten tener en cuenta las consideraciones a largo plazo. Las propuestas que realiza el gobierno disfrutan de las aportaciones de funcionarios bien formados, como los economistas y abogados del Estado. Instituciones independientes, como al AIReF o el Banco de España, desempeñan también un papel. Dentro de las Cortes, los letrados supervisan el proceso. Lo importante es crear contrapesos institucionales que dificulten el uso partidista y cortoplacista de los poderes públicos. Es cierto que, en España, queda margen de mejora en ese terreno. Personalmente, me resulta particularmente escandaloso el caso de los partidos de algunas de las comunidades más ricas de nuestro país, y cómo logran ventajas permanentes de los gobiernos centrales a cambio de sus votos coyunturales en favor de algunas leyes. El cálculo del cupo vasco es el mejor ejemplo de esto. 

 

¿Cree que los Presupuestos Generales del Estado para 2023 servirán para impulsar la economía española y acelerar las grandes transformaciones necesarias?

Resulta prematuro y complicado responder a esta pregunta. Prematuro, porque los presupuestos ni siquiera han sido aprobados todavía, están tramitándose y pueden ser enmendados. Complicado, porque son muchas las partidas de gastos e ingresos que incorporan, y no es fácil estimar su efecto conjunto. Hay, no obstante, una partida concreta en la que creo que se ha cometido un error. Me refiero a las pensiones. En un momento como el actual, se precisa de un pacto mediante el que los distintos grupos sociales, no solo los trabajadores, también los empresarios, acepten la pérdida de renta que la subida de los precios de la energía y otras materias primas nos provoca, como país importador. Dejar fuera de él a un grupo tan numeroso como los pensionistas dificulta extraordinariamente alcanzarlo, o que sea útil.