Alicia Coronil

Economista jefe en Singular Bank

“La guerra de Ucrania y la Administración Trump 2.0 han acelerado el despertar de la Unión Europea”

“El seguro de crédito juega un papel fundamental ante los elevados niveles de incertidumbre y la intensidad de los cambios geoeconómicos que se están produciendo”.

Por Javier Labiano

¿Hasta qué punto la nueva era de proteccionismo comercial está poniendo en jaque al orden económico mundial? 

El proteccionismo comercial, acentuado por la Administración Trump 2.0, pero también presente en la estrategia de soberanía de China y de los planes de recuperación de la Unión Europea tras la pandemia, es una consecuencia del proceso de reconfiguración del orden mundial que se ha visto acelerado desde la invasión de Rusia a Ucrania. En una coyuntura marcada por la toma de conciencia de las economías avanzadas sobre la pérdida de competitividad de su tejido industrial frente al creciente liderazgo tecnológico y económico de China, y de los riesgos asociados a mantener una elevada dependencia de la potencia asiática en el suministro de materias primas y productos estratégicos, entre otros factores.

Por ello, la reconfiguración del orden mundial es la consecuencia de las tensiones que se han ido consolidando entre Estados Unidos y China, a medida que el Gobierno de Xi Jinping ha logrado afianzar el liderazgo tecnológico y comercial, aumentar su influencia geopolítica en el denominado Sur Global y su objetivo de diseñar una gobernanza global multipolar. Es decir, su clara estrategia de ser la próxima potencia hegemónica, lo que representaría el fin de la Pax Americana y un reto para las democracias liberales. Todo ello, sin olvidar que también atravesamos un periodo histórico, de grandes transformaciones tecnológicas, como la inteligencia artificial, o demográficas que generan nuevos retos e incertidumbres sociales, y que no son ajenas a los movimientos populistas.

 

¿El acuerdo comercial entre Estados Unidos y la Comisión Europea ha dejado al descubierto las debilidades de nuestro continente? 

Efectivamente, ha sido claro reflejo de que los años de Pax Americana y la configuración de la Unión Europea, como el mayor proyecto de integración económica supranacional en la historia contemporánea, no han servido para reducir su dependencia de Estados Unidos. Al mismo tiempo que no hemos logrado consolidarnos como una región que, contando con talento y recursos, ha generado un claro liderazgo tecnológico y económico, y ha conseguido mantener la influencia geopolítica a nivel global que gozaba en décadas pasadas. 

Al mismo tiempo que hemos perdido competitividad frente a China, y estamos ante el mayor riesgo para la estabilidad y la seguridad del continente desde la II Guerra Mundial, tras la invasión de Rusia a Ucrania y ante el fortalecimiento de la alianza entre China-Rusia-Irán y Corea del Norte. 

No obstante, es importante señalar que la guerra de Ucrania y la Administración Trump 2.0 han acelerado el despertar de la Unión Europea, y la urgencia de avanzar hacia un nuevo modelo de gobernanza y de crecimiento, con más protagonismo de la soberanía estratégica y la creación de nuevos acuerdos comerciales con otras economías avanzadas y emergentes. Creo que el continente europeo podría ser un actor clave a futuro si aborda una profunda transformación de su marco regulatorio, apuesta por una mayor convergencia de los modelos de Estado de Bienestar, o Francia supera su crisis de país. Y, paralelamente, es capaz de impulsar la configuración de una alianza de equilibro estratégico con Canadá, Reino Unido, Japón, Corea del Sur y Australia. Una UE+ podría emerger como un sólido bloque que rompiera el binomio Estados Unidos-China.  

 

¿Está entrando la economía española en una nueva fase con el agotamiento de los
motores del crecimiento actuales? 

Los últimos indicadores sí constatan una moderación de la demanda interna y una mayor cautela del gasto de los hogares en el sector servicios, en una coyuntura en la que el sector exterior podría verse afectado en los próximos meses por la situación presupuestaria y económica que presentan sus principales socios comerciales como Reino Unido y Francia, y el estancamiento económico de Alemania. Paralelamente, la incertidumbre política penaliza las decisiones de inversión y ha deteriorado el rol internacional de nuestro país, como se ha visto en las últimas reuniones decisivas que han tenido lugar en torno a las negociaciones del continente europeo y Estados Unidos para intentar alcanzar una paz duradera y estable en Ucrania.

 

¿Qué nuevos motores podrían impulsar el crecimiento en nuestro país?

Desde mi punto de vista, España cuenta con importantes fortalezas que podrían ganar protagonismo y jugar un papel clave ante la nueva era que afrontamos, en torno a las 5Ds (descarbonización, digitalización, demografía, desglobalización y desconfiguración del orden mundial). Nuestra posición geográfica, talento, y competitividad en los servicios no turísticos y un tejido industrial muy diversificado requieren de reformas estructurales de oferta y cambios en nuestro marco regulatorio, fiscal y laboral, que mejoren la productividad y el crecimiento del tamaño medio de las empresas españolas. 

Además, nuestro país podría impulsar su crecimiento potencial apostando por una mayor unidad de mercado y la creación de estrategias compartidas de las comunidades autónomas en ámbitos como la energía, la gestión del agua y el desarrollo tecnológico, de redes o de agrotecnología. Sin olvidar la necesidad de escalar las buenas practicas en materia de sanidad y educación, que favorecerían la sostenibilidad del Estado de Bienestar.

 

¿Cuáles son las claves para promover un mayor conocimiento financiero y potenciar los hábitos de ahorro entre los españoles?

Promover el conocimiento financiero y potenciar los hábitos de ahorro está ligado con el sistema educativo. Sería importante incluir desde la educación primaria asignaturas asociadas a la economía, las finanzas y cómo lograr una correcta planificación financiera. La economía debería, de alguna forma, ser una asignatura presente a lo largo de la formación educativa de nuestros alumnos, como ocurre en los países nórdicos. 

 

¿Qué importancia tiene la inversión en talento e I+D para elevar la productividad y la competitividad empresarial de España?

La inversión en talento y en I+D no sólo es clave y urgente para España, sino también para las principales economías de Europa ante el reto tecnológico que abre la digitalización y la inteligencia artificial, pero también ante la necesidad formar parte del juego geoestratégico que se está produciendo. Sin olvidar que el talento y la I+D son factores esenciales para mejorar la productividad e impulsar el crecimiento potencial. Pero también tenemos que impulsar la inversión de ambos ámbitos, mejorando la coordinación con el resto de los Estados miembros de la UE, porque necesitamos ganar escala de forma conjunta y con mayor unidad. 

 

¿Qué papel cree que juega el seguro de crédito en este momento de incertidumbre y perturbación del riesgo de crédito?

Juega un papel fundamental ante los elevados niveles de incertidumbre y la intensidad de los cambios geoeconómicos que se están produciendo, en un contexto en el que las empresas deben diseñar sus estrategias con nuevas variables y con escenarios alternativos.