Observatorio

Tecnologías para un futuro sin escasez de alimentos

Agricultura de precisión, el boom del agrotech, una nueva generación de ingeniería genética y hasta nuevas especies comestibles para dar de comer al mundo.

Juan Pablo Zurdo
tecnologias-futuro-alimentos

El sector agropecuario enfrenta en las próximas décadas grandes retos interconectados: el crecimiento de la población mundial y por tanto un 50% de incremento en la demanda de alimento para 2050, según la FAO; la consiguiente necesidad de impulsar el rendimiento agrícola; el impacto del cambio climático que incluye escasez de recursos como agua y suelo fértil; la falta de relevo generacional (en España se habrán jubilado el 60% de agricultores y ganaderos a finales de esta década); además de la sostenibilidad económica de las explotaciones y sus entornos rurales.

Un inciso: si además de la producción se computa el entramado industrial y comercial agroalimentario, hablamos de una industria nacional cercana al turismo en su aportación al PIB. Por lo tanto, su condición estratégica en lo social y ambiental debe ampliarse también a lo económico. 

Ese carácter transversal también se refleja en la variedad de soluciones de I+D para responder a dichos desafíos, incluido el desarrollo de nuevas especies comestibles como algas, plancton o variedades de legumbres y cereales marinos descubiertas por un conocido chef gaditano. También la carne sintética consolida su proyección comercial, como demuestra la construcción de una fábrica donostiarra que producirá 4.000 toneladas anuales. 

Aunque aún lejos de transformarse en alimentos competitivos, algunas empresas empiezan a producir otras proteínas sintéticas asociadas a investigaciones de la NASA y la Agencia Espacial Europea, que solo necesitan agua, aire, electricidad y cierta actividad microbiana. 

Por su parte, la digitalización promete producir más con menos recursos mediante análisis de datos y automatización de procesos. La combinación de big data, sensores IoT, drones, comunicación 5G y satelital, junto con plataformas de gestión IA capaces hasta de diagnosticar imágenes mediante visión artificial, además de maquinaria autónoma en campos, naves y fábricas, impulsa la agricultura de precisión que monitoriza las necesidades nutritivas y de riego, el estado de suelos y cultivos, el control de enfermedades o aplicaciones económicas como análisis de mercados y previsión de precios. 

Esta evolución tecnológica estimula la demanda de startups agropecuarias. De hecho, España es el tercer país del mundo con más compañías agrotech. Serán capaces de compensar en parte la falta de mano de obra, pero también acusan la escasez de especialistas para cubrir nuevas profesiones como gestor de invernaderos 4.0. Algunos expertos introducen un importante factor en la fórmula: el crecimiento de los agronegocios, es decir, la compra por grandes corporaciones de tierras y explotaciones sin relevo, con el objetivo principal de producir para exportar.

Otras tecnologías pujan por su porción de cuota, por ejemplo técnicas mejoradas de cultivos hidropónicos y aeropónicos (sin necesidad de suelo y alimentados con disoluciones de minerales), huertos flotantes automatizados que desalan el agua marina, o la fotosíntesis artificial que mediante electrólisis transforma el CO2 en nutrientes. Aunque sea difícil prever en qué volumen, todas contribuirán a producir alimentos sin necesidad de terrenos agrícolas.
  
En realidad, ninguna de estas disciplinas es estanca, se combinan para avanzar hacia nuevos modelos de negocio. Pero si una promete cambios profundos es la biotecnología y el desarrollo de la edición genética CRISPR, capaz de silenciar o modificar genes en las propias plantas para mejorar su productividad y resistencia al estrés climático, en lugar de recurrir a los de otras especies como en las técnicas transgénicas. La biotecnología también permite fortalecer terrenos, desarrollar fertilizantes orgánicos y fijar el CO2 y el nitrógeno atmosférico en plantas y suelos de cultivo. Algunos de estos avances necesitaban una década de maduración, pero la integración de la IA generativa acorta drásticamente los plazos de desarrollo. De ahí que la FAO considere crucial la biotecnología para alimentar a la futura población planetaria, aunque también reclama el control estricto de sus riesgos.

Además de las grandes tendencias, constantes avances puntuales contribuyen a esa misión. Por poner solo algunos casos: nuevos aprovechamientos que mejoran la economía de los productores como el tratamiento industrial de la biomasa o la transformación de la semilla de un árbol tanzano en cremas y lociones. Un laboratorio madrileño desarrolla una lonja online con precios actualizados en tiempo real, mientras una agrotech canadiense comercializa una sonda que precisa niveles de nutrientes y carbono en segundos, con menor coste que los sensores al uso. Las técnicas de esterilización de insectos mediante radiación han permitido exterminar una plaga de moscas mediterráneas en República Dominicana.

Otros posts que te pueden interesar

Manténgase informado.Únase a nuestra Newsletter