Si hablamos de la empresa Tecmolde, puede que muchos de nuestros lectores no sepan decirnos a qué se dedica esta empresa ubicada en Loporzano, Huesca. Sin embargo, la mayoría reconocerá títulos como Juego de Tronos, El Perfume, Astérix y Obélix, Lo imposible o El orfanato. Los decorados en los que se desarrolla la acción de estas grandes producciones son obra de Tecmolde, compañía que se define como una fusión de artesanía y tecnología aplicada al mundo de la escenografía y de la arquitectura efímera. También podríamos decir que se dedican a crear mundos de ensueño.
Hoy, en tiempos de coronavirus, toca hablar de esta empresa artesanal, ya que no ha dudado en centrar sus esfuerzos y su creatividad en construir, con los materiales con los que trabajan en su día a día, máscaras de protección para profesionales sanitarios. Concretamente, Tecmolde ha llegado a fabricar, en un solo día, 35.000 unidades de este preciado elemento de protección que ha sido distribuido a distintas regiones de España.
Pero esa no es la única característica a destacar en esta historia de solidaridad. Y es que la catedral de Vic se ha transformado en “taller” estos días gracias a Tecmolde, ya que al recibir la localidad una partida de 4.000 unidades de máscaras de protección, el obispo de la diócesis catalana, Romà Casanova i Casanova, puso a disposición de esta empresa el espacio y la infraestructura del edificio para hacer las veces de centro de producción donde crear miles de mascaras diarias.
Julio Luzán, diseñador al frente de Tecmolde, ha subido un video a YouTube de poco más de un minuto, explicando a modo de tutorial cómo fabrican las máscaras de protección y qué materiales utilizan para ello. “En Tecmolde podemos fabricar del orden de 200 o 250 piezas por hora, y una vez usada, se puede desechar. No tiene coste alguno”.
Dicen que el arte es subjetivo. La solidaridad en cambio es algo innato e incuestionable en casos como Tecmolde.
