El Armario de Lulú da sus primeros pasos en 2007, definiéndose como una marca de bisutería naïf, francesa y frívola con una clara vocación por adueñarse del término “total look” basado en ropa y complementos con personalidad. Crédito y Caución acompaña a Soraya y Hugo, creadores del proyecto, en una aventura repleta de pasión y estrategia empresarial que, en la actualidad, se traduce en una presencia de casi 200 puntos de venta multimarca en todo el territorio nacional.
El nombre de Lulú proviene del prototipo de mujer parisina: estilosas mademoiselles que, vistan de una manera o de otra, desprenden un alto sentido de la estética; señoritas desaliñadas y exquisitas que parecen no tomarse a sí mismas muy en serio, sin seguir convencionalismos, mostrando un punto de cordura que mantiene la sobriedad y sencillez con las prendas más elementales.
El crecimiento “natural” de la marca ha sido impulsado por el mercado mismo y, pese a la dificultad del entorno macroeconómico, el aumento en la facturación ha sido constante y sostenido en el tiempo. De esta forma, temporada tras temporada se fueron incorporando nuevos productos, complementos y ropa hasta llegar a la colección actual, en la que hay más de 100 referencias de confección y varias líneas de complementos.
Ahora, tras un evidente esfuerzo invertido en el desarrollo de la marca, El Armario de Lulú programa expandir su alcance y atravesar las fronteras españolas a través de la implementación de su negocio en el panorama internacional con un claro objetivo: un plan de exportación dirigido a varios mercados europeos. El Armario de Lulú proyecta la apertura de tiendas propias y franquiciadas durante 2015, un proyecto en ciernes en fase de estudio de la mano de Crédito y Caución que, con su dilatada experiencia en el análisis de diferentes sectores empresariales, aporta la seguridad y confianza necesarias para llevar a buen puerto un proyecto de internacionalización de este tipo.
“Hemos llegado hasta aquí sin subvenciones ni ayudas de ningún tipo, gracias a una imagen diferenciada, una estructura empresarial reducida a la mínima expresión y la vinculación dentro del proyecto de unos proveedores motivados que nos han permitido crecer y llegar hasta donde estamos ahora”, aseguran Soraya y Hugo. “En resumidas cuentas ilusión, ilusión e ilusión tanto nuestra como del resto de empresas como Crédito y Caución, con las que trabajamos, orgullosos de nuestro proyecto y motivados para hacerlo crecer mucho más.”